En El Apartamento Se Miraron Con Una Intensidad Que Dejaba Claro Que Ninguno De Los Dos Quería Detenerse Hasta Que El Otro Alcanzara El Clímax
La Hijastra Se Acercó A Su Padrastro Con Un Brillo Desafiante En Los Ojos Provocándolo A Un Juego De Seducción Que Solo Ella Podía Liderar
La Pechugona Recepcionista Del Edificio Lo Hacía Sonrojar Cada Vez Que Le Preguntaba Por Su Día Pero No Podía Evitar Sentirse Atraído Por Ella
En El Apartamento Cada Rincón Parecía Guardar Secretos Sensuales Y Promesas Tentadoras